domingo, 19 de septiembre de 2010

¿Crees en Dios?

Pues peor para tí.
Te presento a PAT CONDELL, el azote de las religiones








Colosal.
Me encantaría poder expresarme con esta contundencia.

martes, 14 de septiembre de 2010

A ver si es verdad que lo hacen.


Vaya por delante, que éste que escribe lleva afiliado a un sindicato desde hace 20 años, que ha tenido varios expedientes disciplinarios abiertos por ser un "guerrero" contra el empresario malévolo y que ha asistido durante años a varios congresos de delegados sidicales del sector de mi empresa.

Es decir, en mis años mozos fuí un ideólogo sindicalista y una verdadera mosca cojonera para mi empresa y sus jefes.
Hubo una época en la que la ideología te pedía guerra, una época, en la que cuando Marcelino Camacho y Nicolás Redondo eran sus dirigentes un sindicato defendía los intereses del trabajador, ahora los sindicatos se han vuelto verdaderas "factorías" de hacer dinero y recibir subvenciones.

Sólo hay que darse una vuelta por cualquier sede sindical para ver nada mas entrar, una agencia de viajes, una inmobiliaria, servicio de revelado de fotos, agencias de seguros, campamentos escolares, bares, y demas negocios.

Pero ya ni te hacen la declaración de la renta.
Se han apalancado a lado del poder (da igual el que esté en el gobierno) y tragan con todo con tal de que les sigan dando las subvenciones de las cuales parasitan.

En lugar de poner el grito en el cielo en el mismo momento que alguien del gobierno "sugirió" la posibilidad de una reforma laboral lesiva a los trabajadores, que no para ellos, (por que, aunque ellos digan lo contrario, trabajador es el que trabaja, y ellos no lo hacen, por lo tanto no son dignos de ser tratados como tales) se "apalancan" y esconden varios meses hasta que la misma ya está aprobada por las cámaras y en vigor.

Claro, que tiene su lógica si pensamos que en ése periodo se han concedido ya las subvenciones de las cuales se nutren.
Si se hace se hace, pero seriamente. Todavía recuerdo la última, en la que sólo se hizo huelga media jornada. Hubo gente que hizo huelga solo dos horas, otros las 6, a otros les pilló con el turno de tarde y no la hicieron...en fin, despropósito total.

Luego pasa lo que pasa, que la directiva de Comisoines obreras en Alcala de Henares, por ejemplo dimitió cuando se descubrió que usaban para su uso particular y personal las subvenciones que el estado y la comunidad les da para la realización de cursos de formación para los trabajadores.

Dimitieron, sí, pero del dinero no se sabe nada.
Ayer estuvieron en mi empresa varios de estos "liberados", soltando por su boca frases tales como "esto es una confabulación de la derecha radical europea", y lindezas por el estilo...rollos macabeos intentando convencer a las gentes sobre sus particulares puntos de vista del por qué debían sumarse a la huelga que ellos convocan, toda esa retórica ante un auditorio formado por tres personas.

¡¡¡De 300 trabajadiores, tres estaban en su "asamblea!!!".
(me recordaron al "dialogo de franca distension, que permita hayar marcos previos y garanticen unas premisas minimas que contribuyan a crear los cimientos que impulsen un punto de partida sólido y capaz de este a oeste y de sur a norte" como bien dice la canción de Serrat "algo personal") y bla, bla, bla...

Retórica verborréica y diarréica política.
En fin, mierda para ellos.

A lo que iba, y motivo de ésta entrada:


Por una vez, y sin que sirva de precedente, voy a ponerme de lado de Esperanza Aguirre (y te juro que no la tengo ni el mas minimo aprecio).

Quiere que a 2.000 (sí, 2000) de los 3.000 "liberados" sindicales que tiene la administración pública en la comunidad de Madrid, se les acabe el chollo.

Me parece una idea valiente y, por supuesto genial.
Ya está bien de mantener gorrones y vagos.
Gente que no ha pisado por su trabajo en años, pero que sin ningun tipo de vergüenza sigue cobrando sus sueldos.
Gentuza que plantea huelgas, y que ellos se toman en tiempo como "horas sindicales".
El resultado de cualquier huelga es que el currito pierde parte de su salario, eso cuando no le cuesta hasta el puesto, pero el liante verborréico sindicalista, que ademas ni le conoce ni se le espera porque nunca va a trabajar, se va de rositas, porque para él, un dia de huelga, no supone nada fuera de lo habitual, o sea, parasitar, porque él, el sindicalista verborreante, no le van a tocar ni el sueldo ni su puesto de "trabajo", porque la ley encima, les protege.

Una empresa no puede despedir a un sindicalista, ni aún cuando sea un vago caradura.
Lamentable.

Además, como he leido a Alfonso Ussía en "La Razón"(este tampoco es santo de mi devoción, pero en este sentido estoy de su lado), para decirles tres cosas en su cara de cemento tendrías que tenerlos de frente, cara a cara...pero no puedes porque nunca están.

No estoy en contra de las huelgas, pero justificadas, con un fin determinado, y a su tiempo, no la chapuza que pretenden hacer esta panda de vividores impresentables.

Que se los follen a todos.